¿Quién dijo que los videojuegos son para ganar? Aquí no se juega… se medita. En Madrid, hasta los controles susurran en silencio mientras los dioses del RNG ofrecen migas de pan divino en vez de recompensas. No necesitas más fichas; necesitas un momento tranquilo entre dos spins y una nube azul profunda. ¿Y si tu consola te habla… pero en silencio? #QuienSabeLoQuePasa